
El botellón es una práctica habitual entre jóvenes y adultos en España que consiste en reunirse en espacios públicos para consumir bebidas alcohólicas. Aunque socialmente aceptado por algunos, desde el punto de vista legal puede derivar en sanciones importantes. Es fundamental conocer qué leyes se aplican, qué multas se pueden imponer y cómo actuar en caso de sanción.
Marco legal
En España, la regulación del botellón depende principalmente de dos ámbitos:
- Leyes autonómicas y ordenanzas municipales: cada comunidad autónoma y ayuntamiento puede establecer normas específicas sobre consumo de alcohol en la vía pública.
- Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana (Ley Orgánica 4/2015): regula conductas que afectan al orden público, incluyendo el consumo de alcohol en espacios públicos de forma que cause molestias o alteraciones. Según el artículo 36.16, “el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, cuando genere desorden o perturbe la tranquilidad pública, podrá ser sancionado con multa de 100 a 600 euros”.
Tipos de sanciones
Las multas por botellón varían según la gravedad y la normativa local:
- Leves: consumo de alcohol en la calle sin generar molestias, suelen conllevar multas de 100 a 300 euros.
- Graves: si el botellón provoca desorden, ruido excesivo o se acompaña de otras infracciones, la sanción puede alcanzar hasta 600 euros o más según ordenanzas municipales.
- Incumplimiento reiterado: sanciones mayores, incluso con medidas complementarias como retirada de botellas o prohibición de permanecer en el lugar.
Responsabilidad de menores y adultos
Cuando participan menores de edad, la responsabilidad se extiende a los progenitores o tutores legales. Según la Ley Orgánica 1/1996 de Protección Jurídica del Menor, los padres deben responder por los actos de sus hijos menores de 18 años. Esto incluye el consumo de alcohol en la vía pública, que puede acarrear sanciones económicas y medidas educativas.
Ejemplos prácticos
- Caso 1: Un grupo de jóvenes consume alcohol en un parque y un vecino llama a la policía por ruido. Se interpone multa de 150 euros a cada participante.
- Caso 2: Durante una reunión en la plaza, se producen daños a mobiliario urbano (papeleras y bancos). La sanción se incrementa y los responsables deben reparar los daños además de pagar multa.
- Caso 3: Un menor de 17 años participa en un botellón. Los padres reciben una notificación y pueden ser sancionados con multa administrativa y medidas educativas.
Cómo recurrir una multa por botellón
Si consideras que la sanción es injusta, existe la posibilidad de recurrir:
- Recurso de reposición: ante el mismo organismo que impuso la multa, explicando las circunstancias que exoneran de responsabilidad.
- Recurso contencioso-administrativo: ante el juzgado de lo contencioso-administrativo si el recurso de reposición es desestimado.
- Documentación: es fundamental aportar pruebas: fotos, testigos, grabaciones o cualquier elemento que demuestre que no se produjo alteración del orden público.
Consejos prácticos
- Infórmate sobre las ordenanzas locales, ya que cada municipio establece sus propias reglas sobre consumo de alcohol en la vía pública.
- Evita generar molestias a vecinos o en espacios públicos.
- Si eres menor de edad, recuerda que la responsabilidad recae en tus padres o tutores.
- Ante una multa, actúa dentro de los plazos establecidos para recurrir.
Conclusión
El botellón no es un delito per se, pero sí puede generar sanciones administrativas si se realiza en la vía pública causando molestias, desorden o infracciones a menores. Conocer la legislación aplicable y actuar con responsabilidad es clave para evitar multas. En caso de sanción, existen mecanismos legales para recurrir, siempre aportando pruebas y respetando los plazos establecidos.
Enlaces de interés
- Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana
- Ley Orgánica 1/1996 de Protección Jurídica del Menor
- Administración General del Estado – Información sobre Recursos
- Ministerio de Justicia – Trámites y consultas ciudadanas



