
Cuando alquilas una vivienda, es habitual entregar una fianza al propietario al inicio del contrato. Esta fianza funciona como garantía para cubrir posibles impagos de rentas, daños en la vivienda o gastos pendientes relacionados con la propiedad. Sin embargo, muchos inquilinos se preguntan qué ocurre si, al finalizar el contrato, el casero no devuelve la fianza en el plazo legal establecido o realiza deducciones injustificadas.
Normativa aplicable y plazo de devolución
La devolución de la fianza está regulada por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 1994. Según el artículo 36 de esta ley:
- El propietario debe devolver la fianza en un plazo máximo de un mes desde la entrega de las llaves y la finalización del contrato.
- Solo puede deducir cantidades justificadas por alquiler impagado, reparaciones necesarias o gastos pendientes de servicios relacionados con la vivienda.
- Debe comunicar por escrito al inquilino cualquier deducción que realice, aportando justificantes o facturas.
Si transcurre este plazo y el propietario no devuelve la fianza ni justifica ninguna deducción, el inquilino tiene derecho a reclamarla por la vía legal.
Qué puede retener legítimamente el propietario
El casero no puede retener la fianza de manera arbitraria. Solo está autorizado a descontar:
- El alquiler o gastos impagados pendientes.
- Costes de reparación de daños que excedan el desgaste normal de la vivienda. Por ejemplo, pintar paredes deterioradas por golpes o manchas no consideradas uso habitual.
- Facturas de suministros u otros gastos relacionados con el inmueble, siempre que estén pendientes de pago al finalizar el contrato.
Es fundamental que el propietario documente cualquier deducción mediante facturas o presupuestos. Sin esta documentación, no puede retener ninguna cantidad de la fianza.
Pasos a seguir si no recibes la fianza
Si el casero no devuelve la fianza, existen varias vías para reclamar tu dinero:
- Intento amistoso: Contacta con el propietario y solicita la devolución de manera cordial, preferiblemente por escrito (correo electrónico, mensaje o carta). Este primer paso permite muchas veces resolver el problema sin necesidad de acudir a procedimientos legales.
- Reclamación formal: Si no hay respuesta, envía un burofax o carta certificada. En ella, solicita la devolución de la fianza, indicando el plazo de un mes y adjuntando copia del contrato y recibo de la fianza.
- Vía judicial: Si el propietario sigue sin responder, puedes interponer una demanda en el juzgado de primera instancia por la vía del juicio verbal, para reclamaciones hasta 6.000 €. Esta vía es rápida y suele resolverse en pocos meses. Para reclamaciones superiores a 6.000 €, se aplicaría el procedimiento ordinario.
Ejemplos de conflictos habituales
Existen situaciones frecuentes en las que los inquilinos se sienten perjudicados:
- El propietario retiene parte de la fianza alegando daños menores que se consideran desgaste normal por uso.
- No devuelve la fianza aduciendo que aún tiene facturas pendientes, aunque estas no correspondan al inquilino.
- Realiza deducciones sin enviar justificantes o facturas, incumpliendo la obligación legal de documentar las retenciones.
En todos estos casos, el inquilino tiene derecho a reclamar judicialmente y solicitar no solo la devolución de la fianza, sino también los intereses de demora si corresponde.
Consejos prácticos para inquilinos
- Guarda toda la documentación: Recibos de pago de fianza, contrato de alquiler y cualquier comunicación con el propietario.
- Realiza un inventario: Haz un inventario detallado de la vivienda al entrar y al salir, incluyendo fotografías de posibles desperfectos. Esto evita disputas sobre daños y facilita la reclamación.
- Comunicación escrita: Mantén todas las solicitudes y reclamaciones por escrito, para que queden como prueba en caso de litigio.
- Conserva pruebas de la entrega de llaves: Un resguardo firmado por el propietario o testigos puede ser útil si surge un conflicto.
- Asesoramiento legal: Contar con un abogado puede agilizar la reclamación y garantizar que se cumplan todos los requisitos legales.
Referencias útiles
Para ampliar información sobre fianzas y alquileres, puedes consultar las siguientes fuentes:
- Ley de Arrendamientos Urbanos (BOE)
- Qué hacer si el propietario no devuelve la fianza – Idealista
- Fianza de alquiler: derechos y reclamaciones – OCU
En definitiva, la fianza es un derecho del inquilino y no puede ser retenida sin causa justificada. Ante cualquier negativa del propietario, es fundamental actuar de manera ordenada, primero buscando la resolución amistosa y, si es necesario, recurriendo a la vía judicial para proteger tus derechos y recuperar tu dinero.
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